domingo, julio 20, 2008


A las 20:50h del sábado, el festival se puso patas arriba. Los primeros acordes de Grinderman, el nuevo capricho de Nick Cave, superaron con creces a todo los que se había escuchado en el Summercase en las quince horas de música previas. Todos los artistas que habían actuado hasta ese momento fueron teloneros del australiano. Ha engañado a tres miembros de su banda, los Bad Seeds, para que se metan también en este auténtico jaleo mental que es este disco del mito viviente del rock. No hay más que ver las caras de su gente: Warren Ellis (Multi-instrumentista), parece que sólo sale de la cueva en la que vive cuando Nick le va a buscar para los conciertos. Martin P. Casey (bajista), el hermano secreto de Russell Crow. Y Jim Sklavunos, a la batería, un tío normal (y eso no debe ser fácil rodeado de esta gentuza). Con explosivos como Get It On o Set Me Free, Grinderman es capaz de meterte tantos cientos de kilos de amonal en tu pecho que se te olvida que estás en Boadilla, en un festival, en España, en el Sistema Solar, e incluso no te acuerdas de que eres un ser humano. Lo primero que llamó a los allí presentes fue “Motherfuckers”, y luego no paró de interactuar con los fans ni un instante. Es de muy mala educación señalar con el dedo, Nick, pero a ti te lo pasaremos por alto. Algunos de sus pasajes sonoros se unieron en el purgatorio con los Doors del Hollywood Bowl, pero estaban mucho más curtidos y malcriados que los de Jim. Y con elegancia innata. Escucho Honey Bee y observo la puesta en escena de Love Bomb y me le imagino bajando todos los días a por el pan con su traje de raya nada diplomática, desayunando luego siempre en el bar de su amigo Jack.

Nick Cave cobra bastante por tocar en directo, pero la lección te la da gratis. Después de esto a punto estuve de cogerme el coche y abandonar el festival.

TEXTO Y FOTO: VÍCTOR LÓPEZ

2 comentarios:

jpzafra dijo...

The doors... yo tb me acorde de ellos escuchando a Nick Cave.

Víctor David López dijo...

Hubo un par de temas super bestias, tocando el teclado a una mano y mirando al lado contrario (como Laudrup), que parecían la continuación de Light My Fire!