En las ciudades con playa el carácter de la gente suele ser distinto, más abierto. No hay más que escuchar las letras de GARBANZO, un proyecto arriesgado en el que los atrevidos componentes vienen uno desde BCN (Carlos, Internet2) y el otro desde Pucela (en la foto, Alex, en la vallisoletana playa de Las Moreras, ¿qué pasa?). La dificultad del trabajo de estos chicos no reside sólo en el revitalizante producto que nos ofrecen (que también), sino en la dureza audioperceptiva del ser humano común, demasiado reacio todavía a pararse a presenciar un fenómeno tan paranormal que ha salido ya en SIGLO XXI, pero que debería tener un hueco en Milenio3.
MAÑANA EN LA ÚLTIMA MORSA DE ESTA TEMPORADA: ENTREVISTA EXCLUSIVA
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