domingo, junio 22, 2008

EL RITMO VIVE EN LAS PROFUNDIDADES DE LA TIERRA

Jay Kay sigue siendo el mismo modernillo de siempre, adicto a las carreras ilegales de autos locos de gran cilindrada. Pero, al menos de cara al público, y aunque apenas comente la jugada y con recitar el título de la siguiente canción piense que vamos servidos, no resulta tan estrafalariamente arrogante como se le presupone.

Había ciertas dudas de si el de Manchester y su banda serían capaces de convertir todo un estadio en una inmensa sala de baile después de un concierto de El Canto del Loco. Al principio costó, todo hay que decirlo. Era ya muy tarde y es complicado que, con tantos gustos musicales entre los asistentes, todo se asemeje al video-clip de uno de sus super hits, en el que con los cuatro muros de la habitación no bastaba.

Cierra los ojos e imagina: plumas en la cabeza, sudadera blanca de México y zapatillas que le ayudaban a deslizarse sobre el contagioso vaivén de sus clásicos. Primero haciéndonos viajar sin movernos, y luego pagándonos vuelo en Bussiness Class al más lejano rincón del mundo. Travelling Without Moving y Corner of the Earth. Dos pequeñas obras maestras que ya valían el precio de la entrada del festival entero.

Lo malo de Jamiroquai es lo bueno. Lo bueno, que es necesario, parece lo peor de vez en cuando. Es muy extraño, es el peaje obligatorio, son los gajes del oficio. Jay Kay no sacó estos ritmos del conservatorio, ni se pasa la vida bebiendo de fuentes públicas, ni tendrá jamás un juicio por plagio. Ni siquiera saca las melodías de debajo de su flamante sudadera. El ritmo vive bajo tierra, muy profundo. Y sólo él posee la maquinaria adecuada para hacer que suba y baje a la superficie a su antojo. Quizá por eso deja el gusto de que muchas canciones suenan de manera similar. Suenan a Jamiroquai. Él ha conseguido con un ramillete de discos aquello por lo que la mayoría vendería su carrera.

Las casi dos horas de concierto obtuvieron un notable alto. Puede que en la revisión llegue a ser sobresaliente. Es imposible que a Jamiroquai le quede ninguna para septiembre. Se echó de menos el Virtual Insanity; aunque el final, con Cosmic Girl (cerrando) y Deeper Underground (único bis), rondando las cuatro de la madrugada, dejó a todo el mundo andando por las pocas paredes del Estadio de Los Cristianos.

Alguno acabó pegado al techo, que era el cielo tinerfeño de un fin de semana de junio. Imagínate lo dura que fue la caída.




Víctor López

(Jamiroquai en concierto. Agua Viva Canarias 2008. Estadio de Los Cristianos- Tenerife-. Sábado 14 de junio de 2008).

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