LOS BABYSHAMBLES MEJORAN COMO BANDA DE ROCK Y PETE DOHERTY MEJORA DE LO SUYO
Todos los que esperaban ver a Pete Doherty tambalearse por el escenario o meterse un pico como en las grabaciones que circulan por internet se fueron decepcionados. El chico malo iba vestido de yerno perfecto. Su actitud, aunque se quedó lejos de la simpatía, sí que estuvo en la franja de la corrección y el buen trato a su público, que le aclama como se aclamaba en los sesenta. Sujetador negro extra-grande y sombrero de dandy lanzados al escenario incluidos. El sostén lo colgó del micrófono, el sombrero pasó a formar parte de su atuendo.
El show comenzó con un cuarto de hora de retraso, y lo hizo a lo grande, justo con las dos canciones con las que el grupo abre su nuevo y segundo LP Shooter´s Nation”: “Carry on up the morning” y el primer single, “Delivery”. Pero todo tiene un pero: la voz se entendía bastante poco. Se escuchaba escondida tras el resto de instrumentos. A Pete Doherty se le comían sus propios riffs de guitarra, que no son nada malos por cierto, y que demuestran que al polémico caballero de pequeño le dieron de mamar mucho Kinks. Los pechos de su madre en lugar de leche creo que acumulaban babas de Ray Davies.
A partir de entonces parte del público emigraba a otros puntos de La Riviera donde el sonido mejorara y así de paso acercarse a la barra; es decir, que la actuación durante un buen rato era un plato pre-cocinado sin sal ni azúcar ni picante ni bechamel. Ante nuestros ojos un grupo de rock llamado Babyshambles tocando mejor de lo que se esperaba sus canciones, Pete Doherty poco a poco poniendo algo más de su parte en cuanto a vocalizar y superar el nivel de estruendo sonoro de la banda; sin dar concesiones a The Libertines, ni interpretar la esperada “La Belle et La Bête” (aquella en la que su ex novia canta el estribillo).
Cincuenta y cinco minutos fueron suficientes para que se retiraran a los camerinos. Después, tras un parón más largo de lo habitual, dedicaron a la abarrotada sala dos bises (para completar un total de 1:15h de concierto). Es obvio que justo entonces la potencia se duplicó y los dos temas impactaron violentamente contra nuestras Trompas de Eustaquio, sobre todo el último (¿adivinas cual?). Tanto fue así que mi amigo Beatman, el hiphopero electrofunkydubstepper, que no conocía a Babyshambles ni de oídas y a Pete Doherty sólo por las dichosas grabaciones de internet, se acercó a mi y me dijo al oído: “Fuck Forever cuesta 26,40€”.
Víctor López
FOTO: SARA NAVARRO
Babyshambles, Sala La Riviera, Entradas Agotadas. Jueves 10 de enero de 2008. 22h
2 comentarios:
sigo diciendo q muy bien pagaos los 26,40 euritos...y el cachide cerveza tb!!
De todas formas me gustaría toparme algún día con el que pone los precios de la bebida en La Riviera. Le iba a explicar yo un par de cositas
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