Fernando Pessoa (Lisboa, 1888-1935) estuvo escribiendo el Libro del Desasosiego durante casi veinticinco años, y lo dejó inacabado. Lo escribía en fragmentos sueltos, cuando tenía tiempo, cuando se acordaba, cuando se aburría, cuando lo necesitaba. En alguna época de depresión absoluta él mismo reconocía a algún amigo que una de las pocas cosas que le mantenía vivo era este libro. Se podría considerar su diario. Una declaración de intenciones firmada bajo el nombre de Bernardo Soares porque Pessoa estaba demasiado ocupado como para manejar todas sus obras de arte. Por eso tuvo que montar una empresa de "heterónimos" con vida propia. Buscando a la Morsa intentará contagiarte el desasosiego este miércoles, con música de fondo y con verdades tan tremendas como que "nací en un tiempo donde los jóvenes habían perdido la fé en Dios por la misma razón por la que sus mayores la habían tenido; sin saber por qué".
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