Buscando a la Morsa no ha rascado nada de los premios de la Lotería Navideña. Además, acabamos de enterarnos que la anciana que llegaba al Carrefour con su décimo destrozado por haberlo lavado con un pantalón, era una actriz profesional. La sala La Riviera sigue cerrada a cal y canto por el Ayuntamiento de Madrid, pagando los propios platos rotos del Alcalde Gallardón, resultado de tantos años y años haciendo la vista gorda con una gran cantidad de garitos madrileños (de otro estilo bien distinto). Llegan épocas de atascos en las carreteras, cenas excesivas y celebraciones cínicas sobre todo en estos tiempos. Incluso en estos tiempos.
Es por esto que volvemos el siete de enero. Todavía tenemos mucho trabajo por delante. Tenlo en mente.
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